Esta es la rídicula multa que tendrán que pagar los agresores por amedrentar, perseguir, golpear e insultar a un joven de Barbate (Cádiz). Tal y como informa El Correo de Andalucía, todo sucedió hace tres años. A plena luz del día, el joven barbateño fue agredido por dos albañiles. Cuando logró zafarse de sus agresores y salir corriendo, éstos le persiguieron hasta la puerta de su casa donde pudo refugiarse. A pesar de que los agresores continuaban voceando insultos contra él y pateando la puerta de su propia casa.
Tras la correspondiente denuncia y juicio, se dió a conocer la sentencia en la que se condena a los agresores a pagar una multa de cien euros. Una sentencia "irrisoria" como la califica Cristina Zurita, presidenta de Colegades. Valoración que coincide con la de Antonio Ferre, presidente de Colegas Andalucía, quien lamenta que este tipo de penas “anima a que la gente haga de su capa un sayo porque pegar a un homosexual puede costar apenas 70 euros”.
Ante el considerable aumento de agresiones homófobas en Andalucía, la asociación Colegas ha solicitado una reunión con el Delegado de Gobierno en Andalucía para que se investiguen éstos hechos y se ponga fin al incremento de agresiones por homofobia. Colegas pone a disposición de las personas agredidas un servicio gratuito de asesoramiento jurídico y psicológico como apoyo a los homosexuales y transexuales andaluces que han denunciado las agresiones y animan a que se denuncien todos los casos de homofobia.
Ferre pide al Gobierno Central que agilice los trámites de la 'Ley de Igualdad de Trato' que el Gobierno de Zapatero prometió en las pasadas elecciones y considera necesarias reformas legales que endurezcan las penas por este tipo de delitos.
Para los responsables de Colegas, resulta “frustrante” que cuando una persona decide dar el paso de denunciar una agresión vea la escasa repercusión que el delito tiene en sus agresores. Y es que tras recibir una paliza, por el mero hecho de ser homosexual, más allá del daño físico pesa a veces en la víctima la humillación y el sentimiento de exclusión, que se refuerza si el daño no obtiene un castigo ajustado.
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